lunes, 19 de septiembre de 2011

Roma y ayer




“Ésta es la gran dificultad de las artes y de la literatura en el siglo XIX. El mundo está lleno de personajes que por sus riquezas están llamados a comprar, pero que, por su gusto grosero, no pueden apreciar. Esta gente son pasto de los charlatanes”. 
Noviembre de 1827

“Generalmente los extranjeros maldicen de los restos del templo de Antonino el Piadoso, aunque estas once columnas constituyen acaso las más bellas ruinas de este género que existen en Roma. Se ha construido en ellas la Aduana. Aquí conducen al desdichado extranjero que llega; y si han llegado antes que la suya tres o cuatro calesas, y están llenas de ingleses cuyo spleen aprovecha la ocasión de una querella con los aduaneros, se puede muy bien esperar dos o tres horas. ¿Os enfadareis? That is the question.”
6 de diciembre de 1827

“[…] Realmente, al ver San Pedro adornado con sus más bellas galas, tan alegre y tan noble, no se podía uno imaginar que la religión cuya fiesta se celebraba anuncie un Infierno eterno que ha de tragarse para siempre a la mayor parte de los hombres. Multi sunt vocati, pauci vero electi.” 
25 de diciembre de 1827

“En Italia, en cuanto se ve un paseo con árboles, puede asegurarse que es obra de un prefecto francés. […] Los italianos modernos aborrecen los árboles; los pueblos del Norte, que no tienen necesidad de sombra veinte veces al año, les tienen un gran amor; esto se debe al instinto de esa raza de hombres nacida en los bosques.” 
4 de marzo de 1828

“[…] Un prefecto de policía razonable que suprimiera las malas costumbres y los malos olores haría de Roma una ciudad perfecta.” 
30 de abril de 1828

Stanze de Rafael en el Vaticano. “Hace un mes, un inglés sacó del bolsillo, según dice el conserje, una pequeña navaja y se puso con toda tranquilidad a arrancar de la pared un trocito de pintura, probablemente para colocarlo como recuerdo en su biblioteca.” 
5 de mayo de 1828

“La pereza del romano actual es tan grande, molestarse es para él un suplicio tal, que, a pesar de la perspectiva de la mancia*, varios nos han dicho que el palacio confiado a su custodia no tenía nada de particular.” 
1 de julio de 1828

“León XII se ha propuesto reconstruir San Pablo. Unas frases llenas de énfasis aparecidas en el diario oficial de Cracas nos hacen saber de cuando en cuando que llega para San Pablo una columna de mármol de la cantera que está a orillas del lago Mayor, cerca de las islas Borromeas, en Lombardía; estas columnas vienen embarcadas por el famoso canal del Milanesado […]. Llegan a Venecia, dan la vuelta a Italia, y el Tíber las transporta a unos centenares de pasos de San Pablo. Después de un siglo o dos de esfuerzos inútiles, se renunciará al proyecto de reconstruir esta iglesia, que es, por lo demás completamente inútil.”
4 de julio de 1828

“Una cosa que me molesta en Roma es el olor a col podrida que infecta esta sublime calle del Corso. Ayer, tomando un helado en la terraza del Café Ruspoli, vi entrar tres entierros en la iglesia de San Lorenzo in Lucina, que está rodeada de casas como San Roque en París. Hay doce entierros cada día. Estos cadáveres son enterrados en un pequeño patio interior de la iglesia, y hoy hace un viento de scirocco muy cálido y muy húmedo. Esta idea, con razón o sin ella, aumenta la repugnancia que produce el mal olor de las calles y el gobierno de este país.”
10 de octubre de 1828

“[…] la religión cristiana, parecida a esos grandes ríos que varían su dirección según los obstáculos que encuentran, ha cambiado la suya cada dos o tres años.” 
15 de octubre de 1828

“Todo el mundo finge adorar todo esto y repite frases, lo esencial es elegirlas bastante modernas para que no sean ya lugares comunes. Nada tan divertido como esas caras aburridas que se encuentran por doquier en Roma y que fingen admiración apasionada” 
11 de octubre de 1828

“[…] El concilio de Trento ha creado la religión tal como la vemos hoy. Los papas comenzaron a temer los escándalos causados por los cardenales, y no metieron, en general en el Sacro Colegio más que a los imbéciles de alto linaje. Ahora todo va mejor.” 
20 de octubre de 1828

“El Jueves Santo, las iglesias, no dejan de predicar contra ese traidor que vendió a Cristo; y a la salida del sermón, cada hombre y hasta cada niño da una puñalada al infame Judas llenándole de imprecaciones. [...] Al día siguiente, viernes, descuelgan a Judas, le arrastran por el fango hasta la iglesia; el cura explica a los fieles que Judas fue un traidor, un masón, un liberal; el sermón acaba entre los sollozos de la asistencia, y allí mismo, ante aquella figura llena de fango, el pueblo jura odio eterno a los traidores, a los masones y a los liberales, después de lo cual Judas es arrojado a una gran hoguera.” 
20 de octubre de 1828

“Estos buenos frailes examinan con mucha curiosidad las cruces y las condecoraciones, y no aprecian a un hombre más que por la ropa” 
25 de diciembre de 1828

“[…] Una justa desconfianza informa todo lo que ocurre en la muerte de un papa. Pues, al fin y al cabo, el papa difunto no tiene familia presente, y los personajes encargados de elegirle un sucesor podrían enterrar a un papa vivo. […]”
14 de febrero de 1829

Fragmentos extraídos de “Paseos por Roma”, Stendhal, 1829.

*Mancia. Propina

jueves, 8 de septiembre de 2011

Práctica




Pido disculpas de antemano por el abstruso razonamiento que sigue.

Existen el “profesor en excedencia”, el “médico en excedencia”. Al conjunto de los funcionarios públicos, tan atormentados en estos meses, asiste este derecho que, para el resto de los trabajadores, equivale a “darse de baja”. Hay trabajadores que “se retiran prematuramente”, los hay que “son prejubilados” y lo que todos comparten es la postrera “jubilación”, sean funcionarios públicos, autónomos, empresarios o empleados.

Estamos de acuerdo en que “un funcionario en excedencia” o “una camarera de baja” no dejan de ser, por razón de la interrupción de su función, “funcionario” y “camarera”.

Pero, del mismo modo, asumimos que un “bancario prejubilado” o un “torero retirado”, como consecuencia de su “prejubilación” y de su “retiro”, dejan de ser a todos los efectos “bancario” y “torero” respectivamente (más allá de las febriles exclamaciones que algún aficionado puedan dirigir al segundo). ¿Nikki Lauda fue o es piloto? Nikki Lauda es quien fue piloto, pero ya no pilota profesionalmente o, lo que es lo mismo, ha abandonado la práctica del pilotaje profesional. En rigor, a Nikki Lauda se le ajusta mejor la condición de “ex piloto”.

En consecuencia, se puede decir que, en el campo de las “profesiones”, del ejercicio de “una ciencia, un arte, un oficio”, dejar de practicar equivale a dejar de ser.

Entremos ahora en el terreno de las “ideas”, las “inclinaciones”, las “doctrinas”. Se trata de un área menos reglada, por no exceder los límites de la “libre conciencia”, de los “apetitos individuales” o de las "preferencias” y no ser requeridas “pruebas”, por así decirlo, teniendo por tales los contratos, los carnets, los diplomas que sí han de justificar respectivamente los empleos, las militancias, los grados académicos. Sería absurdo hablar de un “aficionado al bricolaje en excedencia” o de una “cinéfila de baja”, como de una “lectora no practicante”, o de un “marxista no practicante”. ¿Es de verdad una lectora? ¿Es de verdad un marxista? También aquí, y con mayor motivo, cualquiera comprende que dejar de practicar equivale a dejar de ser.

Preguntados acerca de sus creencias religiosas, pocos españoles (confieso que ignoro las costumbres de otras naciones) tienen reparo en definirse como “católicos no practicantes”, una expresión sólo superada en usuarios por el adjetivo “liberal”, aunque igualada en opacidad con él.

Intuyo que colocan la coletilla “no practicante” para testimoniar su escaso hábito de participar en la misa o celebración de la eucaristía, un hecho que, por sí mismo, ya menoscaba gravemente su condición de católicos. Pero en la sexta acepción que la palabra “práctica” tiene en el diccionario de la RAE, que es la que ha de atenderse en este caso, surge una sorpresa. Aquí leemos: “aplicación de una idea o doctrina”. De acuerdo con esta definición, autodenominarse “católico no practicante” supone, no sólo la transgresión que constituye el desprecio hacia la celebración de la eucaristía, sino que implica también el pecado casi irremisible de contravenir conscientemente el mensaje de Jesús de Galilea, mientras uno gusta de llamarse “cristiano”. Ahora pienso que quizá muchos de ellos se encuentren cómodos dentro de este retrato, al fin y al cabo.

“Soy miembro del Consejo de Administración de Berkshire Hathaway, aunque no acudo a las convocatorias”. “Soy especialista en la obra de Flaubert, pero declino la lectura de Madame Bovary”. “Soy Ayatolá de Irán, pero evito la liturgia y tengo gran estima por los torreznos”. “Estoy comprometido con Michelle Jenner, pero no soy practicante”. Todas ellas frases que, al ser releídas (principios enunciativos, finales adversativos), se me figuran como grandes títulos, fabulosas dignidades, con que subrayar nuestro nombre en Twitter, para que aparezcan en cursiva a la vera de la más seductora de nuestras sonrisas.

martes, 6 de septiembre de 2011

Tendencias



De vez en cuando no son horas perdidas las empleadas en Internet. No he tirado la tarde, aunque se me haya pasado aquí sentado, como otras tantas anteriores, es reconfortante poder pensarlo tras cerrar el enésimo saco de pestañas ignotas en que hemos convertido la pantalla. Hace días que descubrí la existencia de Google Trends, página donde el motor de búsquedas se analiza a sí mismo, en una suerte de robótica introspección. Se trata de una herramienta que combina la banalidad de un puntual entretenimiento con un trasfondo tan largo como oscuro, donde se nos sugiere que este coloso (y otros bien conocidos por todos) se ha constituido ya en la mejor fuente de datos estadísticos que ha existido, esto es, en una enorme industria de la omnisciencia. Dijo Rafael Azcona que la primera vez que se puso a mirar al cielo para filosofar, tropezó con una piedra y se cayó. Teniendo presente la lección, me centraré en el primero de los aspectos:

Comencemos con un escueto término que siempre ha resultado muy agradable y evocador al oído patrio: “Piso”. Obtenemos un resultado que, no por esperado, deja de ser entristecedor: “Piso” baja perceptiblemente en número de búsquedas desde 2008. Durante todos los años estudiados, que son los que median entre 2004 y el presente, encuentra sus picos en el otoño, para invernar después.

“Inversión”, esta palabra tiene una lánguida evolución, la de un medroso arroyo que se dirige a ninguna parte. “Inversión” se nos va. Tampoco “Hipoteca” vive su mejor momento; muestra solidez hasta comienzos de 2009, pero registra un radical declive desde entonces hasta hoy.

“Moët Chandon” se transmite en flechas afiladas cada Navidad amenazan con romper la tabla, inmunes a la precariedad generalizada. Parecieran corchos desbocados que impactan contra el techo en medio del alborozo familiar. Son los zaragozanos (?) los más interesados en “Moët Chandon”. Semejante evolución tienen “Reyes Magos”, con sus perfectos picos coincidentes con cada fin de año, como un camino de espinas equidistantes.

Con “Vacaciones” el gráfico se contornea en forma de sucesivas olas marinas (cada vez de menor alzada, todo hay que decirlo), ¡Qué bella metáfora! Y parece acompasarse con “Vacaciones” un sintagma de gran actualidad: “Rayos Uva”. Pero “Rayos Uva” siempre precede a su compañera en uno o dos meses, tiempo necesario para afrontar el estío con garantías: ¡No vayan a pensar que no hemos podido irnos de vacaciones!

En otro orden de cosas, las ciudades de Murcia y Alicante son las que más teclean en Google la palabra “Corrupción”. Ahora, si probamos a escribir la palabra “Mercedes S”: vuelve a destacar el interés que existe en Murcia. Sin embargo, es en Galicia donde más interesa “Maserati” y en Alicante donde más se teclean las altivas letras de “Porsche Cayenne”. La encantadora diversidad de las pequeñas burbujas regionales, como pompas de jabón que, compartiendo la esencia, se reparten el espacio, adheridas las unas a las otras, cuerpos impenetrables que se saben hermanos, ¡Hermanos que no se conforman con cualquier cosa!

“Religión”. En medio del descenso que ha sido constante desde el comienzo de las mediciones, se registran radicales desapariciones durante los primeros veranos analizados. La gente tiene la cabeza en los “Rayos Uva” y las “Vacaciones”, excepto en Pamplona, que lidera las búsquedas y ni siquiera en verano se desentiende de Dios. Si optamos por escribir “Camino Neocatecumenal”, nos sorprende otra vez que los habitantes de Murcia encabezan las visitas. Es decir, que los naturales de Murcia mandan en “Corrupción”, “Mercedes S” y “Camino Neocatecumenal”. Dios me libre de atribuir esta coincidencia a otra razón que la casualidad. No lo he comprobado, pero supongo que también serán líderes en “Caravaca de la Cruz” y en “Caldero murciano”; esto lo digo para corregir las conclusiones de los malpensados.

En otro orden de búsquedas: suben “Intereconomía” y baja “Operación Triunfo”. Suben las palabras “porn” y “porno”, con un leve decaimiento en 2011. Me atrevo a suponer que los intensos vaivenes macroeconómicos de este año han afectado incluso a la más íntima afición de los españoles, ¡Quién habría podido predecir este repentino acceso de castidad que se ha posado como una evanescente bendición sobre Roma!

¿Existen “flores de un día” entre las estadísticas? Por supuesto. Baste como ejemplo de ello el tecleo de: “I love you mi vida” por D’Nash, canción que representó a España en Eurovisión. Forma una de esas abundantes figuras-fuente, una puntual fiebre iniciada y terminada a comienzos de 2007. Mejor sería olvidar que un día fue titulada una canción con ese nombre, pero este hecho es incontrovertible, las manchas en la Historia no se pueden borrar. Eurovisión es una inefable prueba de ello. “Os dedicamos un espacio para compartir esas risas, esas quedadas, esos abrazos, esos besos y en definitiva, esos recuerdos…” Eso dice D’Nash en su página web oficial, donde abundan las fotos de los tres jóvenes dirigiendo intensas miradas a un horizonte crepuscular. Tendencias.