De vez en cuando no son horas
perdidas las empleadas en Internet. No he
tirado la tarde, aunque se me haya pasado aquí sentado, como otras tantas
anteriores, es reconfortante poder pensarlo tras cerrar el enésimo saco de pestañas ignotas en que hemos convertido
la pantalla. Hace días que descubrí la existencia de Google Trends, página
donde el motor de búsquedas se
analiza a sí mismo, en una suerte de robótica introspección. Se trata de una
herramienta que combina la banalidad de un puntual entretenimiento con un trasfondo
tan largo como oscuro, donde se nos sugiere que este coloso (y otros bien
conocidos por todos) se ha constituido ya en la mejor fuente de datos
estadísticos que ha existido, esto es, en una enorme industria de la
omnisciencia. Dijo Rafael Azcona que la primera vez que se puso a mirar al
cielo para filosofar, tropezó con una piedra y se cayó. Teniendo presente la
lección, me centraré en el primero de los aspectos:
Comencemos con un escueto término
que siempre ha resultado muy agradable y evocador al oído patrio: “Piso”.
Obtenemos un resultado que, no por esperado, deja de ser entristecedor: “Piso” baja
perceptiblemente en número de búsquedas desde 2008. Durante todos los años estudiados,
que son los que median entre 2004 y el presente, encuentra sus picos en el
otoño, para invernar después.
“Inversión”, esta palabra tiene
una lánguida evolución, la de un medroso arroyo que se dirige a ninguna parte.
“Inversión” se nos va. Tampoco “Hipoteca” vive su mejor momento; muestra solidez
hasta comienzos de 2009, pero registra un radical declive desde entonces hasta
hoy.
“Moët Chandon” se transmite en flechas
afiladas cada Navidad amenazan con romper la tabla, inmunes a la precariedad
generalizada. Parecieran corchos desbocados que impactan contra el techo en
medio del alborozo familiar. Son los zaragozanos (?) los más interesados en
“Moët Chandon”. Semejante evolución tienen “Reyes Magos”, con sus perfectos
picos coincidentes con cada fin de año, como un camino de espinas
equidistantes.
Con “Vacaciones” el gráfico se
contornea en forma de sucesivas olas marinas (cada vez de menor alzada, todo
hay que decirlo), ¡Qué bella metáfora! Y parece acompasarse con “Vacaciones” un
sintagma de gran actualidad: “Rayos Uva”.
Pero “Rayos Uva” siempre precede a su compañera en uno o dos meses, tiempo
necesario para afrontar el estío con garantías: ¡No vayan a pensar que no hemos podido irnos de vacaciones!
En otro orden de cosas, las
ciudades de Murcia y Alicante son las que más teclean en Google la palabra “Corrupción”.
Ahora, si probamos a escribir la palabra “Mercedes S”: vuelve a destacar el
interés que existe en Murcia. Sin embargo, es en Galicia donde más interesa
“Maserati” y en Alicante donde más se teclean las altivas letras de “Porsche
Cayenne”. La encantadora diversidad de las pequeñas burbujas regionales, como
pompas de jabón que, compartiendo la esencia, se reparten el espacio, adheridas
las unas a las otras, cuerpos impenetrables que se saben hermanos, ¡Hermanos
que no se conforman con cualquier cosa!
“Religión”. En medio del descenso
que ha sido constante desde el comienzo de las mediciones, se registran
radicales desapariciones durante los primeros veranos analizados. La gente
tiene la cabeza en los “Rayos Uva” y las “Vacaciones”, excepto en Pamplona, que
lidera las búsquedas y ni siquiera en verano se desentiende de Dios. Si optamos
por escribir “Camino Neocatecumenal”, nos sorprende otra vez que los habitantes
de Murcia encabezan las visitas. Es decir, que los naturales de Murcia mandan
en “Corrupción”, “Mercedes S” y “Camino Neocatecumenal”. Dios me libre de atribuir
esta coincidencia a otra razón que la casualidad. No lo he comprobado, pero
supongo que también serán líderes en “Caravaca de la Cruz ” y en “Caldero
murciano”; esto lo digo para corregir las conclusiones de los malpensados.
En otro orden de búsquedas: suben
“Intereconomía” y baja “Operación Triunfo”. Suben las palabras “porn” y “porno”,
con un leve decaimiento en 2011. Me atrevo a suponer que los intensos vaivenes
macroeconómicos de este año han afectado incluso a la más íntima afición de los
españoles, ¡Quién habría podido predecir este repentino acceso de castidad que
se ha posado como una evanescente bendición sobre Roma!
¿Existen “flores de un día” entre
las estadísticas? Por supuesto. Baste como ejemplo de ello el tecleo de: “I
love you mi vida” por D’Nash, canción que representó
a España en Eurovisión. Forma una de esas abundantes figuras-fuente, una puntual fiebre iniciada y terminada a comienzos
de 2007. Mejor sería olvidar que un día fue titulada una canción con ese nombre,
pero este hecho es incontrovertible, las manchas en la Historia no se pueden
borrar. Eurovisión es una inefable prueba de ello. “Os dedicamos un espacio para compartir esas risas, esas quedadas, esos
abrazos, esos besos y en definitiva, esos recuerdos…” Eso dice D’Nash en su
página web oficial, donde abundan las fotos de los tres jóvenes dirigiendo
intensas miradas a un horizonte crepuscular. Tendencias.
0 comentarios:
Publicar un comentario