martes, 6 de septiembre de 2011

Tendencias



De vez en cuando no son horas perdidas las empleadas en Internet. No he tirado la tarde, aunque se me haya pasado aquí sentado, como otras tantas anteriores, es reconfortante poder pensarlo tras cerrar el enésimo saco de pestañas ignotas en que hemos convertido la pantalla. Hace días que descubrí la existencia de Google Trends, página donde el motor de búsquedas se analiza a sí mismo, en una suerte de robótica introspección. Se trata de una herramienta que combina la banalidad de un puntual entretenimiento con un trasfondo tan largo como oscuro, donde se nos sugiere que este coloso (y otros bien conocidos por todos) se ha constituido ya en la mejor fuente de datos estadísticos que ha existido, esto es, en una enorme industria de la omnisciencia. Dijo Rafael Azcona que la primera vez que se puso a mirar al cielo para filosofar, tropezó con una piedra y se cayó. Teniendo presente la lección, me centraré en el primero de los aspectos:

Comencemos con un escueto término que siempre ha resultado muy agradable y evocador al oído patrio: “Piso”. Obtenemos un resultado que, no por esperado, deja de ser entristecedor: “Piso” baja perceptiblemente en número de búsquedas desde 2008. Durante todos los años estudiados, que son los que median entre 2004 y el presente, encuentra sus picos en el otoño, para invernar después.

“Inversión”, esta palabra tiene una lánguida evolución, la de un medroso arroyo que se dirige a ninguna parte. “Inversión” se nos va. Tampoco “Hipoteca” vive su mejor momento; muestra solidez hasta comienzos de 2009, pero registra un radical declive desde entonces hasta hoy.

“Moët Chandon” se transmite en flechas afiladas cada Navidad amenazan con romper la tabla, inmunes a la precariedad generalizada. Parecieran corchos desbocados que impactan contra el techo en medio del alborozo familiar. Son los zaragozanos (?) los más interesados en “Moët Chandon”. Semejante evolución tienen “Reyes Magos”, con sus perfectos picos coincidentes con cada fin de año, como un camino de espinas equidistantes.

Con “Vacaciones” el gráfico se contornea en forma de sucesivas olas marinas (cada vez de menor alzada, todo hay que decirlo), ¡Qué bella metáfora! Y parece acompasarse con “Vacaciones” un sintagma de gran actualidad: “Rayos Uva”. Pero “Rayos Uva” siempre precede a su compañera en uno o dos meses, tiempo necesario para afrontar el estío con garantías: ¡No vayan a pensar que no hemos podido irnos de vacaciones!

En otro orden de cosas, las ciudades de Murcia y Alicante son las que más teclean en Google la palabra “Corrupción”. Ahora, si probamos a escribir la palabra “Mercedes S”: vuelve a destacar el interés que existe en Murcia. Sin embargo, es en Galicia donde más interesa “Maserati” y en Alicante donde más se teclean las altivas letras de “Porsche Cayenne”. La encantadora diversidad de las pequeñas burbujas regionales, como pompas de jabón que, compartiendo la esencia, se reparten el espacio, adheridas las unas a las otras, cuerpos impenetrables que se saben hermanos, ¡Hermanos que no se conforman con cualquier cosa!

“Religión”. En medio del descenso que ha sido constante desde el comienzo de las mediciones, se registran radicales desapariciones durante los primeros veranos analizados. La gente tiene la cabeza en los “Rayos Uva” y las “Vacaciones”, excepto en Pamplona, que lidera las búsquedas y ni siquiera en verano se desentiende de Dios. Si optamos por escribir “Camino Neocatecumenal”, nos sorprende otra vez que los habitantes de Murcia encabezan las visitas. Es decir, que los naturales de Murcia mandan en “Corrupción”, “Mercedes S” y “Camino Neocatecumenal”. Dios me libre de atribuir esta coincidencia a otra razón que la casualidad. No lo he comprobado, pero supongo que también serán líderes en “Caravaca de la Cruz” y en “Caldero murciano”; esto lo digo para corregir las conclusiones de los malpensados.

En otro orden de búsquedas: suben “Intereconomía” y baja “Operación Triunfo”. Suben las palabras “porn” y “porno”, con un leve decaimiento en 2011. Me atrevo a suponer que los intensos vaivenes macroeconómicos de este año han afectado incluso a la más íntima afición de los españoles, ¡Quién habría podido predecir este repentino acceso de castidad que se ha posado como una evanescente bendición sobre Roma!

¿Existen “flores de un día” entre las estadísticas? Por supuesto. Baste como ejemplo de ello el tecleo de: “I love you mi vida” por D’Nash, canción que representó a España en Eurovisión. Forma una de esas abundantes figuras-fuente, una puntual fiebre iniciada y terminada a comienzos de 2007. Mejor sería olvidar que un día fue titulada una canción con ese nombre, pero este hecho es incontrovertible, las manchas en la Historia no se pueden borrar. Eurovisión es una inefable prueba de ello. “Os dedicamos un espacio para compartir esas risas, esas quedadas, esos abrazos, esos besos y en definitiva, esos recuerdos…” Eso dice D’Nash en su página web oficial, donde abundan las fotos de los tres jóvenes dirigiendo intensas miradas a un horizonte crepuscular. Tendencias.

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